9 de marzo 2009
Washington, (dpa) - Los bebés que entran en contacto con el alcohol en el seno materno tienen después mayor predisposición a aficionarse a bebidas embriagadoras, según ha demostrado un estudio con ratas publicado hoy en la edición online de "Proceedings", de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).
Cuando los cientÃficos estadounidenses suministraron alcohol a roedores preñados, los descendientes preferÃan después lamer agua con alcohol, a diferencia de las otras ratas. Por lo visto, el regusto amargo de esa bebida les repele menos que al resto de roedores, informaron los expertos.
Steven Youngentob, de la Universidad Estatal de Nueva York, en Siracusa, y John Glendinning, de la Universidad de Columbia, en Nueva York, examinaron a ratas con 30 dÃas de vida, cuyas madres preñadas fueron alimentadas de forma normal o con pequeñas dosis de alcohol diluidas en agua.
Los cientÃficos suministraron a los roedores agua mezclada con azúcar, alcohol o quinina. El resultado: alcohol o quinina diluidos en agua repelÃan menos a las que fueron "bebedoras" en el seno materno que a las demás ratas. Por el contrario, todos los animales adoraban el agua azucarada.
Esos resultados podrÃan trasladarse a los humanos, aseguran los cientÃficos. Muchos estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo de alcohol durante el embarazo puede dañar directamente la salud de los niños, aunque también eleva el riesgo a que se vuelvan adictos. El mecanismo de esa influencia era, sin embargo, desconocido hasta ahora.
Fuente: dpa 09/03/2009