Hipnoanalgesia con un niño de 9 años Hipnoanalgesia con un niño de 9 años

Hipnoanalgesia con un niño de 9 años

Caso presentado por              = Patricia Eugenia Ornelas Tavares

Especialidad        = Manejo Psicológico del Dolor y Cuidados Paliativos

Institución          = Gabinete profesional

email                = patyor@iteso.mx

Descripción          = Paciente pediátrico, masculino de 9 años derivado por el servicio de oncología por meduloblastoma infantil, con dolor intenso, vómito, falta de equilibrio, fatiga e incoordinación motora.

Motivo               = El paciente fue diagnosticado con meduloblastoma infatil en cerebelo de tipo maligno.  Se le extirpó el tumor y fue sometido a tratamiento con radioterapia e inicia ciclos de quimioterapia.

Datos                = Niño de 9 años, estudiante del tercer grado de primaria, jugador de basquetbol, seleccionado estatal en la liga infantil, con buen aprovechamiento escolar, originario de Guadalajara, Jalisco México, segundo hijo de una familia funcional integrada por ambos padres y su hermano mayor de 13 años.

Antecedentes Patológicos Personales = Se sabe que el paciente nació con labio y paladar hendido que fue corregido mediante cirugía al año de nacido.  No existen más antecedentes patológicos, su peso y talla antes de la enfermedad eran adecuados, su rendimiento escolar era bueno y contaba con un buen ajuste social y familiar

Antecedentes Patológicos Familiares = Ninguno

Hábitos Tóxicos      = Ninguno

Pruebas Aplicadas    = Ninguna aún,  por las limitaciones físicas presentadas posteriores a la cirugía: ataxia, diplopia, anorexia, atrofia muscular y fuertes cefaleas

Resultados Médicos   = TAC que confirma la presencia de tumoración en cerebelo.  Estudios posteriores sugieren anemia

Programa-Intervención = En un primer momento,  trabajé con D. enseñándole la técnica de respiración diafragmática mediante el juego de formar burbujas con agua y jabón, provocando respiraciones lentas y profundas.   Le dejé que practicara el ejercicio en los siguientes días y le pedí un registro de dolor para identificar la hora en la que aparecía el dolor, su intensidad y duración.

En mi segunda visita, verifiqué en su registro un dolor intermitente que se intensifica  al levantarse de la cama y en los días posteriores a la radioterapia.  Su intensidad promedio es de 9 y lo describe como “quemante” (inflamación e irritación derivada de la radioterapia).  Confirmé la descripción sensorial de su dolor como quemante y D. afirmaba que le aliviaría una sensación fresca casi fría en la base posterior de su cerebro.

 Con la presencia de su madre, inicié la sesión exponiéndoles las bondades de la hipnosis y la manera como podríamos utilizarla para reducir o eliminar el dolor.  Respondí algunas dudas de la madre quien se mostraba incrédula, sin embargo D. se mostró entusiasmado para participar.  Evalué el dolor inicial que se encontraba en  8 y comenzamos nuevamente el ejercicio de respiración, con las burbujas de jabón.  Conforme D. se iba relajando, le propuse hacer una visualización de una lata de refresco recién salida del congelador, le describí la apariencia de una lata que mostraba gotas en la superficie por la condensación provocada por el choque de temperatura.  Esta sensación de frescura y frío  la utilicé para provocar una disociación.

Con la visualización de la lata fresca y fría, le propuse a D. que se imaginara que en su mano derecha se iba a poner un “guante analgésico” que le iba a proporcionar el alivio necesario para su dolor de cabeza.  Le pedí que levantara su mano derecha e imaginara que un guante iba entrando por sus dedos y mano.  Una vez puesto el guante, retomamos la visualización de la lata de refresco y le pedí que fuera sintiendo como el guante  en su mano se iba poniendo cada vez más frío y fresco.  Logrando esta sensación, el paso siguiente era que D. pusiera su mano con el guante analgésico sobre la parte de su cabeza donde localizaba su dolor y que poco a poco fuera experimentando un cambio de temperatura  transformándose en una sensación de frescura y alivio.  Después de varios minutos, D. reportó un dolor de 4.

En la tercera sesión, D. reporta  haber realizado el ejercicio de respiración y del guante analgésico mostrando mejoría.  Volvimos a practicarlo con un EVA inicial de 6 y una final de 3.

A la siguiente semana D. inició sus sesiones de quimioterapia.  Mientras estaba en el hospital, le insertaron un catéter central, sin embargo, debido a las quemaduras provocadas por la radioterapia, la enfermera le retiró una cinta que sujetaba el catéter y le arrancó un poco de piel provocando un dolor muy intenso, no obstante D. junto con su madre pusieron en práctica la técnica del guante analgésico reduciendo significativamente el dolor.